Sin duda Apple se ha convertido más que en una de las multinacionales más conocidas del mundo, junto con Google, en un icono, porque sus clientes son más bien fans que meros consumidores de sus productos y servicios. Son algo así como una comunidad en la que el fallecido Steve Jobs era su mesías.
Lo más curioso es que el que fuera fundador de Apple fue expulsado de su propia compañía años después. Pero tras su regreso en 1997, Apple de la mano de su fundador ha convertido lo exclusivo en lo masivo. Un caso extraordinario pero del cual muchas empresas, incluso las más pequeñas, pueden aprender algunas lecciones:
- Crear una gran marca: de hecho Apple, como te decía, es más una marca de culto que una marca fuerte. Cualquier gran empresa, y en especial si es una multinacional, sabe que buena parte de su éxito se basa en saber crear una gran marca. En el caso de Apple la clave fueron sus productos, que han cambiado los hábitos de millones de personas en todo el mundo. Pero la clave de Apple como marca no es sólo la tecnología, sino saber diseñar sus productos para que representen la elegancia al igual que pasa en el mundo de la moda.
- Liderazgo del fundador: aunque el caso de Steve Jobs es un caso atípico de liderazgo. Incluso se podría decir que no cumplía los requisitos del buen líder, pero sin embargo su fórmula provocó que Apple sea la gran marca que es hoy en día. Por eso mismo fue expulsado de su empresa, por su carácter tiránico, en especial cuando alguien decía que lo que pedía era imposible. Tal era el extremo que llegó a decir en una ocasión: mi trabajo no es llevarme bien con las personas, sino conseguir que lo hagan cada vez mejor, y es que para Steve Jobs el gran éxito de Apple se basaba en el lidrazgo y el esfuerzo. Sus jornadas eran interminables pero sabía motivar a su equipo transmitiéndoles la transcendencia de aquello que hacían en Apple.
- Espíritu visionario: sin duda es una de las grandes dudas que se plantea tras la muerte de Steve Jobs, si su sucesor Tim Cook será capaz de inventar como lo hacía su predecesor. Y eso se debía a su visión de futuro, de saber cuándo era el momento justo para sus innovaciones y entender muy bien cómo sería el futuro. Saber que Apple no era una obsoleta empresa de informática, sino una moderna y flexible empresa de contenidos digitales centrados en el ocio. Una visión que se inició con el lanzamiento del iPod y posteriormente de la tienda iTunes, uno de los grandes activos de Apple, y así como con el iPod, productos como el iPhone no esperaron a ver cómo era el futuro, sino que crearon el futuro haciéndose con el liderazgo del mecado.
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